C.L.STRAUSS Y LOS BORORO
2.ANTROPOLOGÍA SIN DOLOR:
¡Para nosotros, la riqueza es, sobre todo,
económica. Entre los bororo se distinguen los que son mejores pescadores o son
más trabajadores!
El segundo capítulo del libro de C. L. Strauss, que lleva el nombre del programa, "Tristes Trópicos", se intitula “Buenos salvajes” y trata el
tema que nos interesa hoy, los
indígenas bororo.
Las
casas de los indígenas desprenden
armonía y están construidas según las necesidades de sus habitantes. Las
nuestras nos someten, mientras que sus casas están sometidas. Por ejemplo, los
habitantes andan desnudos pero las paredes de sus casas están cubiertas de
hierbas.
Sobre
el aspecto físico de los bororo: son los más altos y mejor conformados de todos
los indios de Brasil. Su cabeza es redonda, su rostro alargado, el torso de
atletas.Los hombres iban completamente desnudos, salvo en la extremidad del pene para el que utilizaban un estuche: un pequeño cucurucho de paja sostenido por el prepucio estirado. La mayor parte se pintaba de bermellón de la cabeza a los pies con granos de urucú molidos en grasa. Las mujeres llevaban un taparrabo de algodón impregnado de urucú unido a un cinturón rígido de corteza. Su pecho iba cruzado por una doble madeja de bandoleras de algodón trenzado. Llevaban también cintas de algodón alrededor de los tobillos, los bíceps y las muñecas.
Las chozas (26) se disponen en circulo, en una sola fila, con una choza muy grande en medio. Es el baitemannageo o la casa de los hombres, donde viven los solteros. El acceso está prohibido a las mujeres.
La disposición de las chozas es como un esquema de la vida
social y religiosa dentro de la aldea bororo. La aldea se divide en dos
grupos, según un diámetro del este al oeste: el norte están los cera (se pronuncia chera,
y significa débil) y al sur los
tugarè (sinifica fuerte). Un individuo pertenece siempre a la misma
mitad que su madre y no puede casarse más que con un miembro de la otra mitad.
4.LA MITAD DEL CIELO
Las mujeres bororo viven y heredan las casas donde
nacieron. En el momento de casarse, los varones van a vivir al otro lado del
diámetro que separa los dos grupos bororo. Es un desarraigo atemperado por la casa de los hombres
situada en una posición central. Esta casa tiene dos puertas: la que da al
sector cera, se llama puerta tugaré y la que da al territorio tugaré se llama
puerta cera, porque todos los hombres de un sector son originarios del otro.
Por lo tanto, dice Strauss, “en las casas de familia, un hombre casado jamás se
siente en su hogar”. Cuándo los cuñados vienen a su casa para visitar a su
esposa y a sus hermanas, el hombre puede ir a dormir a la casa de los hombres,
donde se encuentra con sus amigos y con un ambiente religioso.
La
población está distribuida en clanes. Se trata de grupos de familias que se
consideran parientes por parte de las mujeres desde un antepasado común, de naturaleza
mitológica.
Dentro
de los clanes también existe una subdivisión hereditaria, también en línea femenina, y en
cada clan hay familias “rojas” o “negras”.
6. ERASE UNA VEZ
Escucha el mito sobre “La liberación de los
salmones”, del libro de C.L. Strauss, “El hombre desnudo”, “Mitológicas IV”,
Ed. Siglo Veintiuno, Madrid, p. 229.
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